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(To read in spanish, please scroll down / por favor baja un poco para leer en español)


 ENGLISH

Hello! Thanks again for visiting my blog and taking the time to read it. It means a lot to me!

I want to share a little about my calling to be a missionary and what this means to me.

In 2014 many things were happening in my life. God allowed me to touch rock bottom in order for me to realize that He alone could fill the void in my heart. There is nothing and no one in the world that can do that, only Him. (It was all part of His plan, you can hear a message about how He “sets up” our life to draw us near Him in this link). From then on I made the decision to drastically change my lifestyle, my friendships, my relationships, my way of speaking, of treating people, my goals, my plans, EVERYTHING. It was not easy and it’s something I’m still working on. I began to really have a relationship with the Lord as my Savior and to enjoy living by following the example He gave us through his son Jesus here on earth.

At the end of 2015, after my internship with Habitat for Humanity in Mexico, I presented my thesis to graduate as an Architect from Simón Bolívar University in Caracas, Venezuela. After this I thought: Finally! I’m free. Free to not study anymore (haha) and now enter the real world. I had to start looking for a job. I knew that I wanted to serve God using my career. I wanted to go as a missionary to somewhere in Africa in the middle of nowhere (if you know me, you know how much I would love this), work with an NGO building shelters or orphanages and support the most needy (specifically children; God has put a burden for them in my heart).

I did not know where or how, but that was my plan, my desire: to go to the other side of the world. I was praying and looking for the Lord’s direction for several months. It was then that He stopped me and I heard Him speak clearly: why go to the other side of the world when there is so much need in your country? Why go so far when your neighbors are dying of hunger? Not only physical, but spiritual hunger. At that moment I understood that I did not have to go far to be a missionary, that the Lord called us to be His witnesses first in “Jerusalem” (in your own community). When everyone was fleeing Venezuela and its crisis, God was calling me to stay as a missionary in my own country.

And now what? I asked. What can I do in Venezuela? God is so good that He allowed me to combine 3 things that I love: serve Him in my country + use my career + work with children. From 2016-2018 I worked with an NGO called Tracing Public Spaces teaching children between the ages of 10 to 15 to observe, imagine and transform their communities. Through this organization, God not only gave me the opportunity to grow as an architect, but opened up the space to develop in me other gifts and talents I didn’t know I had. I never imagined that I would be teaching, and much less teaching children. The Lord used that time to shape my character, develop my patience, help me grow as a leader and discover my passion to teach. It was 3 incredible years where I made friendships of all ages that I treasure in my heart.

Even though the mission of this NGO was not to share Jesus, God taught me that with my life I could demonstrate His love, and that being a missionary is not going to a place, but a lifestyle. He allowed me to impact the lives of my co-workers and many children and their families around the country through this “secular job”. Rather than shouting to people the Good News, sometimes it is enough for others to see our life as an example so that they want what we have: Jesus. Wherever we are, God gives us opportunities every day to speak to those around us about who He is and about His love.

Lord, open our eyes to see you and share you everywhere! Help us to see that we ALL have been called to be your witnesses in our immediate circles (Jerusalem), with our neighbors (Judea and Samaria) and to the ends of the earth.

“But when the Holy Spirit comes upon you, you will receive power and you will be my witnesses both in Jerusalem and in all Judea and Samaria, and to the ends of the earth.” Acts 1: 8


ESPAÑOL  

¡Hola! Gracias de nuevo por visitar mi blog y tomar el tiempo para leerlo. Significa mucho para mí.

Quiero compartirte un poco acerca de cómo ha sido el llamado que Dios me hizo a ser misionera hasta ahora y lo que esto significa para mí.

En el año 2014 muchas cosas estaban pasando en mi vida, Dios permitió que tocara fondo para darme cuenta de que sólo El podía llenar los vacíos en mi corazón. No hay nada ni nadie en el mundo que pueda hacerlo, sólo El. (Todo era parte de Su plan para atraerme a El, puedes escuchar un mensaje acerca de cómo estamos creados para desear a Dios en este link) A partir de ahí tomé la decisión de cambiar drásticamente mi estilo de vida, mis amistades, mis relaciones, forma de hablar, de tratar a las personas, mis metas, mis planes, TODO. No fue fácil y es algo en lo que sigo trabajando. Comencé a tener realmente una relación con el Señor como mi Salvador y a disfrutar vivir siguiendo el ejemplo que El nos dió por medio de su hijo Jesús aquí en la tierra.

A finales del año 2015, luego de mis pasantías con Hábitat para la Humanidad en México, presenté mi tesis para graduarme de Arquitecto en la Universidad Simón Bolívar en Caracas, Venezuela. Después de esto pensé: ¡¡Al fin!! Soy libre. Libre para no estudiar mas (jaja) y ahora entrar al mundo real. Me tocaba empezar a buscar trabajo. Sabía que quería servir a Dios usando mi carrera. Quería ir de misionera a algún lugar en África en medio de la nada (si me conoces, sabes cuanto amaría esto), trabajar con una ONG construyendo refugios u orfanatos y así apoyar a los mas necesitados (específicamente a niños, Dios ha puesto esa carga en mi corazón).

No sabía a donde ni cómo, pero ese era mi plan, mi deseo: ir al otro lado del mundo. Estuve orando y buscando dirección del Señor por unos meses. Fue entonces cuando El me frenó y escuché que me dijo claramente: ¿por qué ir al otro lado del mundo cuando en tu país hay tanta necesidad? ¿Por qué ir tan lejos cuando tus vecinos mueren de hambre? No sólo hambre física, sino espiritual. En ese momento entendí que no tenía que ir lejos para ser misionera, que el Señor nos llamó a ser sus testigos primero en “Jerusalem” (en tu propia comunidad). Cuando todos huían de Venezuela y la crisis, Dios me estaba llamando a quedarme a ser misionera en mi país.

¿Y ahora qué? ¿Qué puedo hacer en Venezuela? Dios es tan bueno que me permitió combinar 3 cosas que me apasionan: servirle en mi país + usar mi carrera + trabajar con niños. De 2016-2018 trabajé con una ONG llamada Trazando Espacios enseñando a niños entre 10-15 años a observar, imaginar y transformar sus comunidades. Por medio de esta organización Dios no sólo me dió la oportunidad de crecer como arquitecto, si no que abrió el espacio para desarrollar otros dones y talentos que no sabía que tenía. Nunca imaginé que daría clases, y menos a niños. El Señor usó ese tiempo para formar mi carácter, desarrollar mi paciencia, ayudarme a crecer como líder y descubrir mi pasión para enseñar. Fueron 3 años increíbles donde hice amistades de todas las edades que atesoro en mi corazón.

A pesar de que la misión de esta ONG no era hablar de Jesús, Dios me enseñó que con mi vida podía demostrar Su amor, que ser misionera no es ir a un lugar, sino un estilo de vida. El me permitió impactar la vida de mis compañeros de trabajo y de muchos niños y sus familias alrededor del país por medio de este “trabajo secular”. En lugar de gritarle a las personas las Buenas Nuevas, a veces basta solamente que otros vean nuestra vida como ejemplo para que anhelen lo que tenemos: Jesús. Dondequiera que estemos, Dios nos regala oportunidades cada día de hablar a quienes nos rodean de quien es El y de su amor.

¡Señor abre nuestros ojos para verte y compartirte en todas partes! Ayúdanos a ver que TODOS hemos sido llamado a ser tus testigos en nuestros círculos inmediatos (Jerusalem), con nuestros vecinos (Judea y Samaria) y hasta lo último de la tierra.

“Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta lo último de la tierra.” Hechos 1:8

12 responses to “Being a missionary in Jerusalem / Ser una misionera en Jerusalén”

  1. Saludo Raquel
    Tu vida es un hermoso testimonio de cómo Dios conduce y forma la vida de sus hijos con el propósito de que cumplan el destino que él ha diseñado para ellos. Te animo a seguir y oro para que Dios abra todas las puertas necesarias para cumplir su voluntad

  2. Pastor amen!!! gracias gracias por su apoyo, significa mucho para mí. Les mando un abrazo
    Dios les continúe bendiciendo y usando para bendecir a muchos!!!

  3. Que orgullo leer tus palabras y ver cómo creciste y te formaste con un corazón Cristiano. Espero que El Señor te siga guiando en cada uno de tus pasos y que te muestre siempre el camino correcto. Te quiero mucho y arriba Raquelita!

  4. Amiga y especial hermana, me he gozado con cada palabra, es hermosooo y emocionante conocer y compartir con los apasionados por Cristo. Sigo orando para que Papá siga guiando cada unos de tus pasos y siga equipando con su maravillosa e inigualable presencia.

  5. Gracias primo por tu apoyo!! El Señor ha hecho la obra y la sigue haciendo, todo lo que soy es gracias a El.
    Te mando un abrazo!! Te quiero primoo

  6. Mi amiga guerrera Roraima!!
    Amén!!! Gracias por tus palabras y por apoyarme en oración, esto es super importante para mi. Te mando un abrazo!!

  7. Raquel, que gran bendición ver a través de este llamado lo profundo de tu corazón…..
    pido al Señor fortalezca tu ser interior para que continúes disfrutando de sus riquezas en gloria, y permanecer hasta el final.
    Que veles como las virgenes prudentes, y puedas ver fruto y fruto que permanezca, como lo estas haciendo, se que lo lograras.
    Muchas bendiciones

  8. Apreciada Raquel, al leer tu historia de vida me lleno de emoción por ver una vez más la obra de Dios en tu vida. Te animo a seguir adelante, siempre buscando saber donde le eres útil al Señor. Confía todos tus planes a él y él te dirá cuáles son los próximos pasos. Cuanta con mis oraciones y apoyo. Dios te bendiga

  9. Gracias Silvia!!!!
    Amén amén, el Señor nos ayude a dar fruto que lleve a otros a conocer a Jesús!!
    Gracias por tu apoyo

  10. Pastor!!! Dios es demasiado bueno.. El va delante de nosotros abriendo camino, paso a paso.
    Gracias por su apoyo y oraciones!

  11. Dios te bendiga mi querida Raquel, realmente me gozo al leer tu testimonio ,y le ruego al Señor que bendiga cada paso que des y que te use conforme a su voluntad , porque solamente El es quien pone el querer como el hacer por su buena voluntad , un abrazo amiga. Tdcc#28 Maria Mendez

  12. Amiga gracias!! Todo lo que tenemos, somos y hacemos es por El. El Señor nos ayude a tomar decisiones que siempre agraden su corazón. Te mando un abrazo gigante!! Saludos Dios te bendiga